Adrian y Nadia

Hay que ser sinceros y decir siempre la verdad. Esta boda tenía todas las papeletas para convertirse en lo que fue…un auténtico “bodofiestón”
Y es que si juntas a Adrián con Nadia es como juntar la Coca Cola con los Mentos…explosivo. 
Damos fe de que en esta boda ellos se llevaron el premio a los más disfrutones, a los más bailongos, a los más gritones y a los que llevaron la fiesta a su punto más alto. 

Joder…así da gusto. Perdón por el taco, pero de vez en cuando usar un taco espabila al lector o lectora. Y es que queridos seguidores, las bodas se inventaron para festejar una unión sentimental. Y festejar es…festejar. Y los novios que lo tienen presente son los que se llevan el gato al agua y consiguen que con su energía todo el mundo acabe feliz y en armonía con ellos dos. Bravo pareja, sois alucinantes. 
Nadia y Adrián tomaron muy buenas decisiones para el día de la boda. Apostaron por una de nuestras weddings preferidas y muy amiga, Súper Paqui de Eventos de Algodón. Cómo trabaja esta chica y todo su equipo. Es genial, así de fácil. Simplemente todo controlado, en cada momento y con anticipación. Te queremos Paqui!!!

La boda fue civil y se celebró en la Finca Marqués de Montemolar…segundo súper acierto de los novios. Finca preciosa y con recursos infinitos para sacarle partidazo a todos los niveles. 
Anunció lluvia el día anterior, pero aquí se viene a jugar y les salió redondo. Porque la ceremonia se pudo hacer fuera con la casa de fondo, un marco incomparable. 
La cena, al tener plan b, se hizo bajo un manto de estrellas luminosas…nuestro compañero de Ledilux le puso ese toque tan genial al que siempre nos tiene acostumbrados. Gracias!!
La mesa nupcial estaba decorada con un neon que era el slogan de la pareja: “DRUNK IN LOVE”…otro acierto más. Otro detalle a tener muy en cuenta, porque todos los presentes estuvimos borrachos de amor durante todo el día con esta pareja. Algunos traspasaron la frontera del amor y bebieron algo, pero poco. 

La cena fue un no parar, nuestros compañeros de Mediterracinema y el catering El Poblet (felicidades por vuestro trabajo), no daban crédito con la fiesta que se montó en la cena. Todo el mundo disfrutó y rió hasta dolernos esos músculos que nunca duelen hasta que te pasas riéndote. 
El vestido que llevó Nadia de Raquel Alemañ lo dio todo…estuvo a la altura de los vuelos, de las fotos más románticas y de los bailes más sabrosones…estabas preciosa Nadia. Que lo sepas.
Adrián es un espartano…y como buen espartano…no hay prenda que le quede mal al chico este. Él se fue a Filant, en Alicante para que le preparase para la batalla de felicidad que fue este maravilloso día. 
Resumiendo…novios juerguistas y con ganas de pasarlo increíble = boda memorable. No hay más. 
Tomad nota futuras parejas. La actitud y las buenas decisiones lo son todo para un día inolvidable.

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