Ellas y solo ellas saben cómo se gesta una fiesta tan increíble. La boda de Ane y Estela fue una verdadera maravilla. Solazo otoñal, calor, Altea, el Mediterráneo acunándonos….¿qué más se puede pedir?Esta boda de otoño en Altea quedará para siempre en nuestra memoria. Y supongo que en la memoria de todos los que asisitimos…